Mi hotel ideal

Hotel, dulce hotel. Los hoteles son los átomos de la experiencia turística. Y aunque hemos aprendido que un destino no son sus hoteles, tener una buena red de alojamiento es casi indispensable para competir en el mercado turístico. Diseñar un hotel es muy complejo porque debe tener personalidad, pero debe también conectar con las necesidades (cambiantes, diversas) de los clientes. Y en el turismo contemporáneo, las necesidades pueden ser casi infinitas.

Las redes sociales permiten ir ajustando intereses de la demanda con la gestión de la oferta. Por eso, podría ser una iniciativa interesante recomendar mejoras en los hoteles (#mihotelideal), que permitan compartir, proponer o recoger propuestas de esos habitantes de habitaciones de hotel. Estas son mis 15 propuestas. ¿Cuáles son las suyas?

1. Trabajo en las habitaciones y me deprime que (casi) siempre las mesas estén orientadas a la pared. Mientras sea posible, deberían estar mirando a la ventana.

2. Y ya que hablamos de mesas, si mide 30 x 30 y además tiene la televisión encima, solo puedo escribir en un post-it. No pido una mesa king size, pero sería un detalle que se pudiera trabajar con una cierta holgura.

2. Ya sé que se limpian fácilmente, pero las moquetas me producen una tendencia casi suicida. Y creo que es un sentimiento muy compartido. No pido pizarra, ni madera (bien pensado, ¿por qué no?), pero por favor descataloguen las moquetas.

3. El control de la luz suele ser más críptico que el prospecto de un medicamento contra las hemorroides: 20 interruptores, algunos escondidos, diseminados por toda la habitación. Estoy seguro que se puede simplificar el mecanismo.

4. Si no me alojo en una 23a. planta, puedo usar las escaleras y, de hecho, me gusta hacerlo. ¿Por qué la mayoría de escaleras de los hoteles parecen el decorado de una película de serie B, donde está a punto de pasar algo muy malo?.

5. Llevo 35 minutos desde el aeropuerto hasta el hotel cargando la maleta. De hecho, llevo con ella desde las 6 de la mañana. ¿Qué les hace suponer que soy incapaz de llevarla hasta la habitación?.

6. Me gustan las plantas. Me gustan mucho las habitaciones con plantas.

7. Creo que el criterio debería ser éste: Si dudamos entre colgar un cuadro o no hacerlo, claramente no hay que no hacerlo. De hecho, casi mejor no colgar jamás un cuadro. He pasado noches enteras sin dormir por culpa de cacerías de ciervos o atardeceres en el bosque de las ninfas.

8. La mayoría de hoteles abusan de los olores artificiales: detergentes, ambientadores, aerosoles…, que intentan disimular el tránsito humano de un hotel. Personalmente, me molestan muchísimo. Ventilar un poco y combinar con olores naturales (un poco de espliego o de lavanda, por ejemplo) es una alternativa mucho más agradable.

9. Parece ser que en la mayoría de hoteles, el presupuesto se les agotó antes de llegar al armario. Encontrar perchas de madera es tan complicado como encontrar un libro en la casa de Gran Hermano.

10. No sé quién diseña los «salones» de algunos hoteles. Las conferencias en algunos salones con tapizados, mesas minúsculas, una iluminación clandestina y una tarima con faldón en las mesas parecen sacadas de una boda búlgara de los años 80.

11. Y ya que hablamos de conferencias, he visto batallas por un enchufe más violentas que las Termópilas. El criterio podría ser: Nunca habrá suficientes, de manera que multipliquen por dos la previsión.

12. Esto sé que es difícil, pero me haría feliz. Es casi imposible leer un periódico y desayunar a la vez, porque las mesas (casi siempre circulares) son demasiado pequeñas. En mi mesa ideal caben el café, el plato, el periódico e incluso, el bol de frutas.

13. Y ya que hablamos de desayunos, me gustaría reivindicar el valor del café. Esas máquinas que proporcionan un líquido oscuro precedido de un ruido atronador deberían ser precintadas por sus efectos contra la salud pública.

14. En mi hotel ideal, dejo la maleta después del check out en un espacio seguro y además no me siento como un delincuente que deja un alijo en un piso franco.

15. Y en mi hotel ideal, la recepción tiene un perfil de twitter y me puedo dirigir a ellos en cualquier momento y en cualquier punto de la ciudad.

Hay muchas más ideas: Wi-fi gratuito, champús para cabello, agua potable, mandos a distancia que funcionan, gimnasios con horarios más flexibles, llaves con coordenadas gps (ideal para taxistas novatos), política anti-spam… En todo caso, ¿qué les parece si compartimos las propuestas en twitter?. #mihotelideal. ¿Cómo sería su hptel ideal?.

Hotel, Dulce Hotel

A pesar de la proliferación de programas televisivos y radiofónicos sobre viajes y viajeros, playas nacionales e internacionales, veraneantes de todas las edades y condiciones sociales…,  una de las últimas y más recientes propuestas es el programa «Hotel, Dulce Hotel» de Cuatro. Un periplo por los hoteles más singulares de la geografía española.

El programa presenta al público hoteles españoles de diferentes dimensiones, tipos y categorías. Algunos tan originales como un hotel para cinéfilos en Ribadeo (Lugo), una plaza de toros en Almadén (Ciudad Real), un antiguo castillo con fantasmas en Villanueva de Cañedo (Salamanca), o un intimísimo motel de carretera (el Zouk) en Alacalá de Henares (Madrid).

Otros destacan por la singularidad de su arquitectura como el caso del hotel Viura en Villabuena de Álava (La Rioja), que tiene forma de racimo de uva; o el hotel Aire de Bardenas en el Parque Natural del mismo nombre en Tudela (Navarra).

También aparecen  hoteles extravagantes y muy lujosos como el hotel W y el AbaC en Barcelona, el hotel Hacienda en Ibiza, el Vilena en Alicante, el Villa Padierna en Marbella; preciosos complejos vacacionales; fastuosos resorts; los típicos todo incluido; hoteles de toda la vida e incluso casas particulares.

Sin embargo, «Hotel, dulce Hotel» nos ha parecido interesante puesto que se adentra en las entrañas de un sector que para muchos es absolutamente desconocido. Es aquí donde radica el verdadero interés del programa, que nos muestra el rol de los trabajadores que hacen posible que la estancia de los huéspedes sea la esperada.

Des del fundamental trabajo de la gobernanata, pasando por la valuosa labor de las camareras de pisos, la responsabilididad del director general, el funcionamiento del servicio de habitaciones, el cometido de los maleteros, los encargados de mantenimiento, las lavanderas, los jardineros , cocineros, chefs, jefes de banquetes y otros muchos servicios que albergan los hoteles; e incluso el programa nos permite descubrir quién es el style supervisor.

Sin duda, se trata de una ilustrativa lección del funcionamiento más báscio de un hotel, útil para cualquier clase de operaciones y procesos de producción de la industria del alojamiento.