¿Quién no ha dedicado unas horas de su viaje a recorrer tiendas en busca de alguna curiosidad autóctona? ¿Quién no ha comprado algún abalorio en los típicos mercados artesanales del tercer mundo? sedas en la India, piedras preciosas en Tailandia, murano en Italia, xocolate en Suiza…, ¿a quién no le complace adquirir algún objeto propio de la cultura visitada?.
Uno de los atractivos a la hora de viajar es sin duda el tema de las compras. Una gran parte de los turistas dedican tiempo, dinero y atención al tema de las compras en los viajes.
Sin embargo, algunos turistas se han visto inmiscuidos en experiencias muy desagradables, por comprar productos ilegales o ilícitos en el país de destino, que pueden variar desde la perdida del souvenir en las aduanas, al pago de una multa o la detención por parte de las autoridades.
La mayoría de los países suelen considerar como ilegales o prohibidos, aquellos productos relacionados con los bienes culturales y los animales y plantas nativas. La UNESCO es la entidad responsable de la protección jurídica internacional del patrimonio cultural, a través de la administración de diversas convenciones; y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres protege el comercio de animales y plantas en riesgo de extinción. Además, las leyes y tratados sobre protección de los recursos no se refieren únicamente a animales y plantas vivos, sino también a especímenes montados, alimentos, partes y productos realizados con pelaje, cuero, piel, plumas, escamas, caparazones, cornamentas, cuernos, dientes, pezuñas o huesos, o decorados con esos elementos.
Entre algunas de las especies prohibidas están las tortugas marinas, el marfil, las pieles de felinos y animales polares (también está prohibida la compra de artículos hechos con estás pieles o adornados con ellas), primates, lana silvestre (por ejemplo la lana de antílope tibetano), aves y sus partes, reptiles y sus cueros, peces y mariscos, caviar, corales y caparazones, y medicinas asiáticas entre otros.
No obstante, a veces no siempre se trata de una prohibición estricta. En algunos países y dependiendo del producto que se vaya a comprar será necesario un permiso que se puede obtener en tiendas oficiales.
Antes de ir de compras en el extranjero, es fundamental informarse de qué compras no son legales en el país que se está visitando.
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